Cuando era tan inútil trabajando que me mandaron al paro en Inglaterra

Solo me han echado de dos trabajos en mi vida.

Los dos por ser un inútil.

La primera vez que me enfrenté a esto, yo era camarero en UK.

Me había ido a la aventura a currar de camarero en un hotel de lujo en Whitby, cerca de New Castle.

Aquel trabajo no era para mí.

Estaba claro.

Requería principalmente de dos cosas:

Habilidad y rapidez.

Y yo no tengo ninguna de esas dos.

Parecía Mr Bean haciendo de camarero.

Se me caían los cubiertos al suelo.

Me daba un golpe entre mi bandeja y objetos de la cocina.

Siempre tenía algún problema.

Y encima era el más lento de todos.

En esa época, entre trabajos de mierda, yo me sentía mal.

Mis jefes me odiaban.

Sobre todo la jefa del restaurante.

Una inglesa llamada Marian, que, misteriosamente, conservaba todos los dientes y no parecía un piano de cola al que le faltaban la mitad de las teclas.

Algo muy raro en una inglesa.

Un día me contaron que la higiene bucal de los ingleses consiste en… no tener higiene.

Por eso pueden tomar zumo con pajita sin abrir la boca.

Pues cuando llegó mi documentación para hacerme fijo en el restaurante, fui a llevarsela a Marian muy contento y va y me dice.

Ya no hace falta,.

Estás despedido.

Y siguió haciendo sus cosas como si nada.

Desde ese día supe lo que es el paro.

Paro es agobio de no saber si vas a volver a trabajar nunca más.

De si nunca te van a volver a llamar.

Y eso, con la edad, solo empeora.

Por eso, cuando empecé en serio a programar, siempre quise destacar entre la muchdeumbre.

Por eso, empecé a estudiar casi cada día para ser mejor que el resto…

Por eso empecé a estudiar LINQ.

LINQ me hacía diferente cuando nadie más sabía de eso.

 

 

¿Te ha gustado?

Lo mismo quieres leer más historias como esta.

Suscríbete y te las mando directamente a tu mail.